domingo, 6 de noviembre de 2011

Para un hombre bueno






Bajo el susurro frágil de tu disconformidad, se halla la fuerza que encierra el poder de tu alma. Alma que pese a no estar preparada para el combate contra la sinrazón celestial y del ser humano, ofrece amor y dedicación desde la raíz hasta ese nuevo brote emergente que es simiente de futuro. Tu lucha, aunque sorda y mal agradecida desde la propia soledad de tu ser, sí que es recompensada desde ese vacío de conciencia que te amamantó y vio crecer, para que entre algodones te forjaras con felicidad. No lo dudes nunca. Tus sentimientos de hombre, sí que encuentran cobijo en el corazón de que quien siempre te amó, te ama y te amará, porque sin tu mirar, sin tu sonrisa, sin tu aliento y sin tu apoyo ya no sabe caminar, aunque su debilidad te haga a veces dudar. Créeme cuando te digo que tu condición protectora de hombre bueno, seguro que te ayudará, porque nadie como tu sabrá transmitir a sus hijos los principios por los que deben andar y de los que hay que huir echando la vista atrás. Solo, mi vida, quiero desearte un feliz día del eid, deseando que no cambies nunca jamás por el bien de todos los que dependemos de ese alma tan grande que pese a estar tan afligida, a veces agobiada y otras guerrera.... siempre nos reconforta.