Quien no ha visto en la carretera el alba, entre dos hileras de árboles, fresca y viva, no sabe que es la esperanza.
Los exámenes son formidables incluso para el mejor preparado, ya que el mayor estúpido puede preguntar más de lo que el mayor sabio pueda responder.
Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder.
Los días no adquieren sabor hasta que uno escapa a la obligación de tener un destino.
Mueres siendo un héroe, o vives lo suficiente para convertirte en villano.
La esperanza no es ni realidad ni quimera. Es como los caminos de la Tierra: sobre la Tierra no había caminos; han sido hechos por el gran número de transeúntes.La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen.
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