lunes, 31 de agosto de 2009

Regreso



Ramas altas del día, donde cantan los pájaros
canciones que lastiman dolientes corazones,
mis poemas se mueren en los brazos del sábado
cuando el aire dormita en la piel de las flores.

Yo no quiero volver una noche de luna
y encontrar mis calandrias y mis pobres gorriones
ateridos de frío en la palabra: “Nunca”,
recordando la magia de la palabra: “Entonces”.

No quiero resbalar en ranuras del tiempo
y perderme en los ecos oscuros de la vida,
quiero habitar el rostro del formidable espejo
que el porvenir presenta en las puertas del día.

Quiero llevar fanfarrias a míticos edenes
que muestran espejismos y rayos de esperanza,
y estar bajo del árbol que vive para siempre
vedado por el filo de flamígera espada.

Y cuando las alondras de los bosques festivos
lleguen a los contornos de mis prados mejores;
declamar solamente para viejos amigos
lo escrito alguna vez... no sé cuándo ni dónde.

2 comentarios:

Adelina dijo...

Bellísima poesía...

Escribes muy, muy bonito.

Muchos besos.

Lunaria dijo...

Simplemente, precioso.
Ya tengo ganas de leer el próximo.
Besos.